I was blessed with the opportunity to attend the Discovery Weekend for Go Now Missions from February 16-18. During those three days I learned a lot. I learned to trust in God, to listen to what He was telling me and to follow my heart. I went into the weekend with a feeling that I was supposed to go to a specific place.
Por Caleb Seibert
La reciente ola de escándalos de asalto sexual debe ser un llamado a despertar al país con respecto a una verdad largamente ignorada: Nuestra obsesión sexual está fuera de control. Mientras la sociedad busca una explicación a esta tragedia, un culpable se esconde en las sombras. Ese culpable es la pornografía.
La pornografía se ha generalizado de una manera escandalosa, sobre todo en vista de la mayor disponibilidad de teléfonos celulares inteligentes y un casi ilimitado acceso ainternet. Estudios recientes muestran que casi el 79% de los varones jóvenes y el 34% de la población femenil joven de entre los 18 y 30 años de edad consumen pornografía de manera consistente. En el 2015, un solo sitio pornográfico de internet reportó una audiencia televisiva de 4.3 billones de horas; es decir, el equivalente a 500,000 años enfrente de la pantalla. Cuando el profesor SimonLajeunesse intentó estudiar el impacto y alcance de la pornografía entre la gente joven hace unos años, se vio forzado a limitar su investigación debido al hecho de que no podía encontrar hombres de edad universitaria que no estuvieran ya consumiéndola. De hecho, no existía un grupo de prueba.[3]
Extracto del libro Liderazgo en la iglesia afroamericana: Guíapara una era de cambios demográficos del Dr. Michael A. Evans, Sr.
Se espera que el cuerpo ministerial afroamericano seaabierto y directo con respecto a la justicia y la igualdad. La razón por la que esto es diferente en las comunidades afroamericanas se debe a la iglesia afroamericana.
African-American clergy are expected to be upfront and outspoken on issues of justice and equality to say the least. The reason it is different in the black community is because of the African-American church.
Almost 20 years ago, waters flooded Southeastern Texas as the effects of the Pacific Hurricane Madeline reverberated across the United States. As volunteers rushed toward the devastation, First Baptist Church of Victoria opened their doors to host the first responders. In the aftermath of Hurricane Harvey, their heart to host remains.
El hogar. Un lugar diseñado no solo para ser un refugio, sino también para compartir comidas, conversaciones íntimas, grandes sueños y mucha alegría. Un lugar al que muchos están acostumbrados, sin pensar lo que sería no tenerlo, o tener uno que ha sido corrompido por el abuso.
Sin embargo, para muchos niños, el abuso es a lo que se han acostumbrado. La Fundación Poiema ayuda a aquellos que han enfrentado esta realidad. Se dedica a educar al público y fomentar la concientización del abuso sexual, el tráfico humano y otros métodos de explotación sexual.
Poiema, la palabra griega para “hechura”, es usada en Efesios 2:10 para describir cómo Dios nos creó: “Somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios ha preparado de antemano para nosotros”.
By Abby Hopkins
Home. A place meant not only for shelter but for shared meals, deep conversations, big dreams, and lots of laughter. A place many are accustomed to, never knowing what it would be like to not have one, or to have one corrupted by abuse.
However, for many children, this is what they are accustomed to. The Poiema Foundation assists those who have faced this reality. It starts by educating the public and raising awareness on sexual abuse, sex trafficking, and other methods of sexual exploitation.
La reciente ola de escándalos de asalto sexual debe ser un llamado a despertar al país con respecto a una verdad largamente ignorada: Nuestra obsesión sexual está fuera de control. Mientras la sociedad busca una explicación a esta tragedia, un culpable se esconde en las sombras. Ese culpable es la pornografía.
La pornografía se ha generalizado de una manera escandalosa, sobre todo en vista de la mayor disponibilidad de teléfonos celulares inteligentes y un casi ilimitado acceso a internet. Estudios recientes muestran que casi el 79 % de los varones jóvenes y el 34% de la población femenil joven de entre los 18 y 30 años de edad consumen pornografía de manera consistente. En el 2015, un solo sitio pornográfico de internet reportó una audiencia televisiva de 4.3 billones de horas; es decir, el equivalente a 500,000 años enfrente de la pantalla. Cuando el profesor Simon Lajeunesse intentó estudiar el impacto y alcance de la pornografía entre la gente joven hace unos años, se vio forzado a limitar su investigación debido al hecho de que no podía encontrar hombres de edad universitaria que no estuvieran ya consumiéndola. De hecho, no existía un grupo de prueba.