In the book of Exodus, a caravan of Israelites set out from Egypt to their new home in Canaan. They faced many challenges on their journey. Some groups along the way met them with kindness, while others failed to offer any grace.
In Deuteronomy 23:4, God bans Ammonites and Moabites from entering the assembly because of their failure to meet the Israelites with food and water in the desert. In Deuteronomy 10, God reminds the Israelites of His love for the foreigner and commands them to love the foreigner because they were once foreigners in Egypt.
Obviously, America is not Israel, and the same prescriptions placed on followers of Christ do not apply to a sovereign nation. Still, we presently face our own caravans. We can apply biblical principles to our personal responses as we seek to think biblically and consider just policy solutions.
Before discussing policy reforms, it is important to understand some basics about the immigration system. As followers of Christ we should not to bear false witness in our speech. Over the last several weeks we have been bombarded with news stories about a “diseased” migrants, “invading hordes,” “terrorists,” and “drug dealers.” These news reports have sensationalized this issue to stoke fear on this side of the border.
This blog post includes basic facts about the process for seeking asylum in the U.S. and how some of those in the migrant caravan might be allowed to legally stay in the U.S. In a second post, I will include some policy ideas that enhance border security and improve the process for seeking asylum.
El Ku Klux Klan claramente contradice las Escrituras al propugnar la supremacía blanca, pero ¿qué hay de aquellos que propagan el racismo no tanto de una manera abierta sino mediante acciones silenciosas?
El Infiltrado del KKKlan (BlacKkKlansman, en inglés) de Spike Lee contiene un poderoso mensaje para una iglesia que parece ser continuamente tentada a hacer un dios a su propia imagen.
Basada en una historia de la vida real, El Infiltrado del KKKlan trata de un oficial de la policía afroamericano llamado Ron Stallworth (John David Washington) que dirige una investigación del Ku Klux Klan de Colorado en 1979. Es fácil que el público vea la idolatría de los miembros del Klan, quienes justifican la supremacía blanca con la Biblia. La película comienza con una expresión clara de este odio: un discurso de propaganda dirigido a la cámara por el Dr. Kennebrew Beauregard (Alec Baldwin), que habla del daño que causaron al país Martin Luther King Jr. y los judíos. Las imágenes a blanco y negro demuestran la antiguedad de estas nociones racistas y su longevidad en la psique estadounidense. Cuando Beauregard olvida algunas de sus líneas, una mujer fuera de la escena se las dicta—una de las pocas ocasiones en la película donde Lee, como director, muestra la participación activa de mujeres blancas en la supremacía blanca.
Beauregard señala directamente a la Biblia para justificar sus palabras racistas. Más tarde, el Gran Mago del KKK, David Duke (Topher Grace), ora para que Dios le “dé hombres verdaderamente blancos”. Una y otra vez estos miembros del Klan usan el cristianismo para justificar su odio e intolerancia racial. Es una negación clara de las enseñanzas de la Biblia sobre el imago dei, la doctrina que afirma que todas las personas son creadas a la imagen de Dios.
Durante la Reunión Familiar de los Bautistas de Texas, dirigí un taller sobre cómo los cristianos pueden ser testigos públicos en la era del tribalismo. Aunque el salón donde di el taller estaba a reventar, creo que hubo lecciones del taller que merecen una audiencia más amplia, pues cada vez me siento más alarmada al respecto de la polarización que existe en las iglesias y de lo que esto está causando en nuestra habilidad de hacer discípulos. Muchos cristianos están luchando consigo mismos para mantener sus identidades partidistas en un papel secundario con respecto a sus identidades como seguidores de Jesucristo, y esto ha llevado a un aumento en el conflicto entre creyentes.
De acuerdo a un reporte reciente de Lifeway, más de la mitad de los protestantes menores de 50 años que asisten a una iglesia afirman preferir ir a iglesias a las que asisten personas que tienen sus mismos puntos de vista políticos, y muy pocos afirmar asistir a iglesias a las que asisten personas con diferentes puntos de vista políticos a los suyos.
El aumento en el rencor partidista en nuestro país tendrá consecuencias graves. La iglesia está siguiendo la cultura en vez de modelar cómo podemos trabajar juntos para el bien común a pesar de nuestras diferentes preferencias políticas, razas, géneros y situación socioeconómica. Los cristianos se están alejando más en direcciones contrarias debido a la política, y nuestras iglesias y el evangelismo están sufriendo porque hemos dado nuestra lealtad a partidos políticos antes que a Cristo y los unos a los otros.
La unidad no significa uniformidad. Los demócratas y los republicanos –y eso sin mencionar partidarios de Europa, África, Asia y Sudamérica-- estarán en el cielo. El involucramiento civil y el activismo son una parte importante de lo que significa ser ciudadano de los Estados Unidos, pero primero somos ciudadanos del reino de Dios, y debemos mantener las cosas en el orden correspondiente.
La esposa de mi pastor lo dice de la siguiente manera: “Lo primero es lo primero”. Estamos tan enamorados de nuestros partidos políticos que hemos perdido de vista lo primero, el reino de Dios y nuestra responsabilidad de hacer discípulos. Los siguientes son cuatro peligros de caer en las trampas del partidismo para el cristiano, y algunas sugerencias para evitarlos.
During the Texas Baptist Family Gathering, I led a workshop about how Christians can steward their public witness in an age of increasing tribalism. While the workshop room was packed, I think there are lessons from my workshop that deserve a broader audience because I am increasingly alarmed by the polarization in the church and what it is doing to our ability to make disciples. Many Christians are struggling within themselves to keep their partisan identities secondary to their identities as followers of Jesus Christ and it has lead to increased conflicts among believers.
According to a recent report by Lifeway, more than half of Protestant churchgoers under age 50 say they prefer to attend church with people who share their political views and few churchgoers say they attend services with people of a different political persuasion.
The increased partisan rancor in our country will have dire consequences. The church is following the culture rather than modeling how those of different political inclinations, races, genders, socioeconomic backgrounds can work together for the common good.Christians are increasingly moving to opposing corners based on politics, and our churches and our gospel witness is suffering because we have put our allegiance to our political parties before our allegiance to Christ and each other.
Unity does not mean uniformity. Democrats and Republicans -- not to mention partisans from Europe, Africa, Asia, and South America -- will be in heaven. Civic engagement and advocacy are important parts of what it means to be an American citizen, but we are first citizens of another kingdom, and must keep things in their proper order.
My pastor’s wife puts it this way, “Keep the main thing the main thing.” We are so beholden to our respective political parties we have lost sight of the main thing, namely the kingdom of God and our responsibility to make disciples.
Here are four pitfalls of the partisan trap for Christians and some suggestions for avoiding them.
Lo que significa:
El lunes pasado, la Suprema Corte de Justicia emitió una decisión en el caso de Masterpiece Cakeshop vs Colorado Civil Rights Commission favorable a la pastelería Masterpiece y su dueño, Jack Phillips, con una votación de 7 a 2. Si bien Phillips le había pedido a la Suprema Corte que considerara sus derechos de libertad de expresión y libertad de religión garantizados por la Primera Enmienda, la Corte decidió enfocarse solo en el de libertad de religión. La Corte determinó que sus derechos al libre ejercicio de su religión fueron violados porque el gobierno de Colorado, representado por su Comisión de Derechos Civiles, juzgó de manera inapropiada sus creencias religiosas.
De acuerdo a precedentes legales de la Suprema Corte, el gobierno no puede emitir juicios al respecto de la validez de las creencias religiosas de una persona; solo puede emitir un juicio cuando, en ocasiones, esas creencias religiosas puedan oponerse al interés público. Esta consideración neutral no resultó evidente en el caso de la pastelería Masterpiece.
La Corte dejó en suspenso la pregunta más amplia al respecto de futuras demandas en base a la libertad religiosa de dueños de negocios al afirmar que “el resultado de casos como este en diferentes circunstancias debe quedar pendiente en espera de un desarrollo más detallado de las cortes, sobre todo en el contexto del reconocimiento del hecho de que estas disputas deben ser resueltas con tolerancia, sin un excesivo irrespeto por las sinceras creencias religiosas de la gente, y sin someter a la población gay a indignidades cuando desean obtener bienes y servicios en el mercado abierto”.
En lo que respecta a Texas, este fallo es un recordatorio para legisladores y jueces sobre el hecho de que una actitud de abierta hostilidad hacia las personas y creencias religiosas viola los requisitos de la Primera Enmienda sobre el respeto y la neutralidad. Es poco probable que el patrón específico que dio como resultado este fallo en el caso de la pastelería ocurra en Texas, por dos razones:
En Texas, las leyes contra la discriminación no se aplican a la orientación sexual, si bien algunas ciudades han aprobado ordenanzas no discriminatorias que incluyen la orientación sexual. En todo caso, las leyes contra la discriminación no se aplican a las iglesias.
En 1999, un diverso grupo de líderes religiosos y seculares, entre quienes se incluía el director de la Comisión de Vida Cristiana en esa época, Phil Strickland, ayudó a aprobar la Ley de Libertad y Restauración Religiosa de Texas (RFRA, por sus siglas en inglés). Esta ley dispone claramente, mediante sus estatutos, la manera en que las cortes deben considerar las demandas en base a libertad religiosa. Le prohíbe al gobierno imponer una carga sustancial sobre el libre ejercicio de la religión de un individuo, a menos que esa carga tenga como fin la consecución de un interés estatal convincente y que el gobierno haya empleado los medios menos restrictivos posible a fin de perseguir ese interés. El RFRA no garantiza que los derechos religiosos de un individuo imperen en toda circunstancia, mas sí establece un marco para la consideración respetuosa y neutral de los derechos religiosos de una persona versus los intereses gubernamentales.
El fallo de la Suprema Corte es importante como recordatorio de que el gobierno no puede ser abiertamente hostil hacia la religión y hacia los individuos que esgrimen creencias religiosas y que buscan patentizarlas en el foro público. Si bien la naturaleza de la vida en una sociedad pluralista incluye en ocasiones debates y desacuerdos sobre declaraciones de derechos en franca competencia, como cristianos debemos estar comprometidos a asumir una actitud de bondad, de amor por nuestro prójimo, y de respetuoso debate en la medida que hacemos patente nuestra fe por medio de todos nuestros actos.
Monday, the Supreme Court decided Masterpiece Cakeshop v Colorado Civil Rights Commission in a 7-2 decision in favor of Masterpiece and its owner, Jack Phillips. While Phillips asked the Supreme Court to consider his First Amendment rights to freedom of speech and free exercise of religion, the Court actually only addressed his free exercise claim.
El 4 de abril de 1968 Martin Luther King, Jr. fue asesinado en el balcón del Motel Lorraine en Memphis. El Dr. King había ido a Memphis a unirse a los trabajadores sanitarios afroamericanos de la ciudad en su lucha por mejores condiciones de trabajo y salarios luego de que dos de sus trabajadores murieran aplastados por un camión.
Me encanta la historia de Rut. Me gusta tanto que en las últimas semanas he enseñado dos veces sobre esta libro corto de la Biblia; de modo que a la tercera va la vencida, quiero compartir algunas cosas sobre cómo Rut nos inspira a ser firmes al seguir a Dios sin importar lo que nos depare el 2018.
Charlottesville. Las Vegas. Hurricane Harvey. Hurricane Maria. Sutherland Springs. These are the national crises we have faced as a nation just in the last six months. Not to mention the personal crises that may be enveloping you, your ministry, and your family that no one sees. It feels like we are limping to the end of 2017. Yet, somehow in the midst of all these things, we will stop and give thanks on Thursday.