La prisión no es un lugar en el que las personas esperan encontrar libertad, pero es en donde la encontró Lovinah Igbani.
“En el 2010, cuando mi bebé tenía tres semanas de nacido, fui acusada de manufacturar hidrocodona con intento de distribuirla, dijo Igbani. “Me dieron una condena de ocho años. Mi esposo se quedó con las niñas por aproximadamente 10 meses y después de eso le llevó el bebé a una prima … y a mi hija mayor a vivir con la familia de una amiga de ella.
“[En la prisión] … redediqué mi vida a Cristo y comencé a leer la Biblia por primera vez. Esta relación que le permití a Jesús entablar conmigo fue algo que nunca había experimentado. El me libertó … y ya no me consumía la idea [de salir de la prisión]”.
Después de cuatro años a Igbani se le permitió salir bajo libertad condicional, pero la idea de salir de la prisión le aterraba. Igbani sabía que habría barreras para encontrar trabajo teniendo antecedentes penales, y se preocupaba por su nueva fe.
“Tenía … miedo de no sentir al Espíritu Santo de la misma manera [fuera de la prisión]”, dijo. Gracias a Dios, una vez que Igbani salió de la cárcel, su hermana la llevó a un estudio bíblico en la iglesia Free Indeed Church International (Iglesia Internacional Verdaderamente Libre, en español). Igbani se unió a la iglesia y se inscribió en el ministerio de reincorporación para expresidiarios.
Mientras tanto, Igbani tuvo dificultad para encontrar empleo, y cuando al fin encontró uno, su empleador le pidió que no regresara a trabajar porque se enteró que Igbani tenía récord criminal. Después de un tiempo, encontró trabajo en el Acuario de Houston.
“Después de tomar varias clases de discipulado [del ministerio Free Indeed], me preguntaron si me gustaría ir con ellos a ministrar en la prisión, y les dije que sí. Poco después, empecé a hacer trabajo voluntario como coordinadora del ministerio de reincorporación de Free Indeed”.
El ministerio Free Indeed es un ministerio comunitario auspiciado por la Comisión de Vida Cristiana de los Bautistas de Texas que demuestra el compromiso a ayudar a las personas a reincorporarse a la comunidad tras haber cumplido una sentencia en la prisión.
“Nuestra prioridad de política pública en la reforma de justicia criminal y reincorporación apoya los esfuerzos para ayudar a los expresidiarios a reincorporarse a la sociedad por medio del desarrollo y la expansión de los programas de reincorporación, que incluyen el acceso a servicios básicos de seguridad para aquellos que han cumplido con su sentencia”, dijo Kathryn Freeman, Directora de Política Pública de la Comisión de Vida Cristiana.
Igbani enfatizó la importancia de estos servicios al afirmar: “A menudo las personas se quedan atoradas cuando han pasado mucho tiempo en la prisión”.
Su trabajo en el ministerio incluye dar discipulado, consejo, responder a cartas de los prisioneros y enseñar clases de preparación laboral.
Al mismo tiempo que Igbani trabaja de voluntaria en el ministerio Free Indeed, mantiene su trabajo y está estudiando para obtener un diploma asociado. Planea terminar una maestría en trabajo social para poder ayudar a personas a vencer sus adicciones.
“Sé que estoy en el campo correcto”, dijo. “Voy a la prisión y trato de ayudar a los reclusos y darles esperanza, pero salgo bendecida de una manera que no puedo describir. Cada vez [que ayudó en el ministerio de la prisión] salgo pensando: ‘Este fue el mejor fin de semana de mi vida’”.
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