La pandemia del Covid-19 cambió la manera de vivir de mucha gente, pero para personas como la Dra. Susana Hernandez de Ciudad Juárez, Chihuahua, México, trajo una oportunidad para servir a Dios a través de su profesión.
Antes que la pandemia iniciara, Hernandez activamente trabajaba junto al River Ministry en brigadas médicas, talleres de medicina e incluso cursos de primeros auxilios para el beneficio de la comunidad.
“Por medio de una consulta médica o cualquier otro servicio que se prestara, el propósito siempre es poder ayudar y evangelizar a las personas,” compartió Hernandez.
Sin embargo, al inicio de la pandemia en Marzo del 2020, todos los proyectos de los cuales Hernandez participaba se detuvieron.
Además, a pesar que la pandemia trajo una alta necesidad de médicos, Hernandez, quien esperaba a su segundo hijo en ese entonces, se vio forzada a permanecer en casa.
“Aunque estaba contenta con la bendición de un hijo, fue un golpe duro porque me sentía limitada en mi habilidad de servir. Yo ya me veía metida en las áreas de más alto contagio, ayudando a pacientes con todo el gusto, pero el Señor tenía otros planes para mi.”
En vez de salir a enfrentar las necesidades de su comunidad a través de brigadas o talleres médicos, Mario Gonzalez, Director del River Ministry, incentivo a Hernadez a contactar a todos los pastores de Ciudad Juarez para poder apoyarlos en oración y consultas médicas.
Por la ayuda que Hernandez le brindaba a los pastores, varias personas conocidas de las diferentes congregaciones empezaron a contactarla para pedir asistencia médica.
“Yo creo que mi numero de telefono ya esta por todo Juárez,” Hernandez comento, “Toda la pandemia me la viví en video llamadas y consultas por teléfono. Incluso cuando el virus se puso feo acá en Juarez, Dios fue muy grande y me dio gran sabiduría para poder manejar todos estos casos y ayudar a mucha gente.”
A pesar de toda la ayuda que Hernandez daba a través de sus consultas virtuales, la pandemia limitó muchos recursos. Hernandez contó cómo hubo una época en Juárez donde habían escasos recursos de medicinas, comida y especialmente concentradores de oxígeno.
De hecho, a finales del 2020, la Convencion Bautista de México junto con el River Ministry le proporcionaron dos concentradores de oxigeno a Hernandez para poder ayudar a la gente con muy bajos niveles de oxígeno sin que tuvieran que pagar algún costo adicional.
“Es aquí cuando la gente conoce el amor de Dios para con ellos. Yo siempre les digo que yo no tengo el cómo,” compartió Hernandez, “Dios fue el que acomodo las cosas para que ellos pudieran recibir la medicina y oxígeno que necesitaban para estar sanos. A través de Su provisión hemos alcanzado muchas almas para Cristo.”
Aunque los casos de Covid ya no son tan altos, Hernandez explicó que todavía hay mucha necesidad médica.
Hernandez, junto con un grupo de médicos de la Ciudad Juárez, espera poder retomar las brigadas médicas dos veces al mes para poder asistir a todo aquel que los necesite.
Al mismo tiempo, Hernandez espera poder continuar sirviendo a los pastores y sus congregaciones por medio de las consultas virtuales al igual que consultas en persona.
“Yo no tengo duda que soy médico porque Dios así lo quiso y que estudie medicina para ayudar a la gente. Así que a donde Él me mande, yo voy,” comentó Hernandez al compartir uno de sus versículos favoritos:
“Dame fianza, oh Dios; sea mi protección cerca de ti. Porque ¿quién querría responder por mí?” (Job 17:3)
Hernandez pide que la familia de Texas Baptists continúe apoyando su ministerio en oración especialmente por protección para todos los médicos que sirven en las brigadas, para que la provisión de medicina no pare y que el trabajo que Dios le ha dado pueda continuar.
“Ahorita hay mucha necesidad de atención médica y especialmente de Cristo,” indicó Hernandez, “Yo pienso que es el momento de salir y compartir el amor del Señor.”
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