Él pudo haberse sentido insignificante. Era tan solo un niño de camino a casa con una canasta con el almuerzo de su familia: cinco panes pequeños y dos pescados.
Andrés, uno de los discípulos de Jesús, vio el insignificante almuerzo y preguntó: “…pero ¿qué es esto para tanta gente?” Me imagino que el chico se peguntó: “¿Cómo puedo marcar una diferencia?”
Y es entonces que el Salvador entra en escena.
“Tráiganmelos acá—les dijo Jesús. Y mandó a la gente que se sentara sobre la hierba, Tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos, quienes los repartieron a la gente”.
Todos comieron
hasta quedar satisfechos, y los discípulos
recogieron doce canastas
llenas de pedazos que sobraron. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños
(Mateos 14:18-21, NVI).
Con una mirada hacia el cielo y una oración que provenía del corazón, Jesús multiplicó unos cuantos panes en un banquete para la multitud hambrienta de alimento físico y espiritual. Los cuatro evangelios relatan este momento importante de la historia.La visión del reino invisible en colisión con el mundo debió haberdejado una profunda impresión en el corazón y mente de cada uno de ellos.
Jesús bendijo los alimentos y un milagro ocurrió. Se estima que en la actualidad 795 millones de personas alrededor del mundo sufren de malnutrición. En Texas, 1 de cada 6 familias no puede proveer alimento diario. El hambre, tanto física como espiritual, es devastadora.
Como seguidores de Jesús, somos llamados a cuidar a los marginalizados, a los hambrientos, y a los que están atrapados en un ciclo de pobreza.
1 Juan 3:17-18 (NVI) dice:
Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él? Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad.
Jesús tomó una necesidad y la convirtió en una oportunidad. Tenemos la oportunidad de unirnos a luchar contra el hambre a través de la Ofrenda contra el Hambre de los Bautistas de Texas, la cual alimenta a personas en crisis y a ayuda a familias a salirdel ciclo de pobreza en Texas y en todo el mundo en el nombre de Jesús.
De la misma manera que Jesús tomó el almuerzo del niño y lo convirtió en banquete, cada uno podemos ofrecer nuestro pan y pescados para servir a nuestros vecinos. Veamos cada necesidad como una oportunidad. Pidámosle que bendiga estos alimentos –y cientos más—para que todos sean llenos, no solo con alimento físico sino también con el profundo alimento espiritual del amor de Dios.
El Día de la Madres y el 5o Domingo son dos ocasiones en que las iglesias se enfocan en el hambre y la pobreza y reúnen fondos para la Ofrenda contra el Hambre de los Bautistas de Texas. El 29 de abril es el próximo 5º Domingo, y el Día de las Madre es el 13 de mayo. La página web de la Ofrenda contra el Hambre tiene información para ayudar a promover la ofrenda:HungerOffering.org.
Texas Baptists is a movement of God’s people to share Christ and show love by strengthening churches and ministers, engaging culture and connecting the nations to Jesus.
The ministry of the convention is made possible by giving through the Texas Baptists Cooperative Program, Mary Hill Davis Offering® for Texas Missions, Texas Baptists Worldwide and Texas Baptist Missions Foundation. Thank you for your faithful and generous support.
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